sábado, 13 de septiembre de 2014

LA GRAN ESTAFA AMERICANA

Pantalones de campana, cuellos de camisa con alas, americanas de colorínes, peluquínes chapuceros, rizos imposibles, escotes de vértigo.

No hay duda de que estamos en los años 1970. Se han esmerado tanto en el vestuario y ambientación de esta película que se han olvidado completamente del guión.

Imaginen, si pueden a Tony Leblanc, Concha Velasco y Antonio Ozores en Los Tramposos por un lado y a Bárcenas, Fabra y Urdangarín, por el otro. Timo, estafas, sobornos, maletínes y chanchullos varios, pero todo manga por hombro (o mejor, pernera por hombreras).

Lo mejor. la breve aparición de Robert de Niro, pero mejor volver a verle en Casino de Scorcesse.

domingo, 7 de septiembre de 2014

LA GRAN BELLEZA O LA DOLCE VITA 2.0

Desde el inicio de la película, nos encontramos con un cierto aire felliniano. Por su crítica a la alta burguesía y la baja aristocracia, por el retrato de esos personajes grotescos y ridículos, que consumen su inútil y vacía vida de parásitos de fiesta en fiesta , y aún así, son incapaces de huir de su eterno y patético tedio.

Y entre todos el personaje de Jeb Gambardella ( Tony Servillo), periodista y escritor de una sola novela, en el cual podemos reconocer fácilmente a aquél joven Marcelo Matroianni que hace 50 años paseaba por estos mismos lugares y se codeaba con el mismo tipo de gente en La Dolce Vita. Lo encontramos más maduro y avejentado, pero también más sabio y más cínico, comprendiendo que se encuentra entre una sociedad sin ningún interés.

Ha pasado mucho tiempo, y han cambiado muchas cosas, pero esta clase sigue siendo la misma de entonces. De ahí han surgido personajes como Berlucosni y otros reyes de la frivolidad, esa frivolidad italiana que está siendo exportada a España gracias al grupo Mediaset y sus programas tipo Sálvame o Mujeres Hombres y Viceversa.
spoiler
Nos podemos encontrar la parodia de algunos personajes de actualidad: entre otros he podido reconocer a la artista del perfomance Marina Abramovich, a la escritora comunista y feminista Lilianna Cavanni y a la madre Teresa de Calcuta (personaje importante para comprender el final de esta historia) y, por supuesto, al periodista protagonista que recuerda a Gay Talese.
 

sábado, 6 de septiembre de 2014

TO THE WONDER

Definitivamente el cine de Terrence Malick no es de este mundo.

Solamente su primera película Malas Tierras, con Martin Sheen y Sissy Spaceck como nuevos Bonnie and Clyde, tenía una estructura narrativa lógica. Y aún así, ya se notaba su mayor interés por la forma que por el fondo.

Ya sea una historia bélica (La Delgada Linea Roja), familiar (El Arbol de la Vida) o de amor (To the Wonder) e incluso, esa particular versión de la leyenda de Pocahontas que fue El Nuevo Mundo, están llenos de hermosas imágenes de paisajes que ocultan a los personajes y su historia, acompañadas de una narración en off cargada de un discurso místico religioso, que convierten todas sus películas en un alegato a la depresión existencial.

Puede que Malick tenga su público, no lo niego, pero es un público más de museos y galerías de arte moderno, que de salas de cine.
jpirisb