lunes, 15 de abril de 2013

DICTADO

Desde que Chicho Ibañez Serrador dirigió ¿Quién puede matar a un niño? Son muchas las películas de terror y suspense que han utilizado a la infáncia como elemento perturbador.

Detrás de la hipotética inocéncia de la niñez, los adultos intuimos algo que no entendemos, o que se nos ha olvidado al crecer. Se puede llamar imaginación, ilusión o incluso mágia. Son cualidades que les hacen especiales e incomprensibles.

Existen leyendas, como la del amigo imaginario, que hacen creer que tienen algún tipo de contacto con el más allá. En ocasiones ven muertos, como le ocurría al protagonista del Sexto Sentido. O són proclives a ser poseidos, como la famosa Reagan del Exorcista, cuando no es el propio demónio, como Damian en La Profecía.

En esta película española, Juan Diego Botto cree ver un fantasma viviente del pasado encarnado en una niña huerfana. Lo que le lleva a revivir antiguos y terribles recuerdos. Un papel cercano y a la vez muy diferente del de su anterior película, Todo lo que tú Quieras.

Suspense en crecimiento gradual, sin perder nunca la compostura.

 

Era una paloma
Punto y coma
Que se fué a Marte
Punto y aparte
Y se construyó un nido
Punto y seguido
No es un animal
Punto y final.

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