Si habéis seguido la serie Velvet en Antena tres, y después os habéis encontrado con Mr. Selfridge, la primera impresión habrá sido que aún tenemos mucho que aprender a la hora de producir series.
Una misma idea: La vida cotidiana en unos grandes almacenes en una época pasada, se puede convertir en un culebrón pseudo-romántico con decorados de baratillo, o en un estudio de costumbres que, como es habitual en las series británicas cuidan los detalles al máximo.
Aunque los elementos y personajes puedan parecer similares (el jefe de dependientes, la severa gobernanta, la joven dependienta [antes costurera], el escaparatista [antes modisto] ), se nota que la historia va por otros derroteros, centrándose en el protagonista y su ambicioso proyecto.
Para ello sigue los pasos de otras grandes series de hoy como Dowton Abbey y de siempre como Arriba y Abajo.
Tampoco hay que olvidar la reciente producción francesa Galerías Paradiso de tema similar.
Una misma idea: La vida cotidiana en unos grandes almacenes en una época pasada, se puede convertir en un culebrón pseudo-romántico con decorados de baratillo, o en un estudio de costumbres que, como es habitual en las series británicas cuidan los detalles al máximo.
Aunque los elementos y personajes puedan parecer similares (el jefe de dependientes, la severa gobernanta, la joven dependienta [antes costurera], el escaparatista [antes modisto] ), se nota que la historia va por otros derroteros, centrándose en el protagonista y su ambicioso proyecto.
Para ello sigue los pasos de otras grandes series de hoy como Dowton Abbey y de siempre como Arriba y Abajo.
Tampoco hay que olvidar la reciente producción francesa Galerías Paradiso de tema similar.
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