lunes, 21 de octubre de 2013

AMOR

Pocas veces puedes ver reflejadas en la pantalla vivencias que, de un modo u otro, te son cercanas. Aún no han llegado a ese extremo tan trágico y agobiante que aparece en la película, pero la he visto como un aviso de un futuro inmediato. Por eso mismo, no he podido apreciarla de manera distanciada e imparcial. Y por eso mismo ha llegado al punto del desasosiego y la congoja.

Esto tampoco es nuevo tratandose de una película de Michael Haneke. No veo a este cineasta dirigiendo una comedia. Su universo narrativo está lleno de historias inquietantes y terroríficas. No porque sean de este género, sino porque siempre nos presenta la imagen más pesimista de la vida, sin mostrar ninguna via de escape ni de ilusión.
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario