Excesiva, hortera, kirch, glam, queer, fascinante.
La historia de Liberace, artista muy conocido en su casa (Estados
Unidos) a la hora de comer, que aquí se le conoce solo de oidas, sirve
para que Michael Douglas y Matt Damon se caractericen tanto como para
desaparecer detras de sus personajes: El pianista más famoso por su look
que por su música, y su protegido-amante-gigolo.
Es tambien la historia de una época: los años 70, donde todos los
excesos estaban permitidos. Sexo, drogas, música y lujo de quincallería
en abundancia hasta la llegada de la maldición del VIH más conocido como
SIDA.
Historia, tambien, de amor-odio, de dependencia y abuso, No queda claro
cual de las dos partes es la que domina a la otra, quizá las dos o
quizá ninguna, es solo un dejarse llevar por las circunstáncias.
Buen trabajo de Michael Douglas, sin embargo a Matt Damon le encontre
algo fuera de lugar, daba la impresión casi toda la película de estar
preguntandose: ¿Que hago yo aqui?
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