Cansados ya de que el cine comercial del Hollywood actual repitiera una y otra vez las mismas historias, se sacaron de la manga esa cosa llamada cine independiente.
Es un cine con pocos medios, sin efectos especiales, con continuos movimientos de cámara, fotografía desenfocada y cortes en el montaje que recuerdan aquel famoso movimiento Dogma que se sacó de la manga Lars von Trier . Pero al menos contaba historias diferentes, o eso parecía.
Las últimas películas independientes que he visto, tratan todas de un mismos tema: los problemas de pareja.
Blue Valentine nos cuenta, en paralelo, la ruptura y el comienzo de una de estas relaciones de pareja de clase media baja (el presupuesto no da para más) compuesta por dos actores de la talla de Ryan Gosling y Michelle Williams. Si visteis a esta última en That the Waltz, os podéis hacer una idea de este nuevo personaje con bastantes puntos en común. Tanto es así que se podría pensar que estamos ante el mismo personaje, y en ocasiones,ante la misma película. La misma trama, el mismo color, el mismo ritmo, los mismos movimiento de cámara, y los mismos desnudos
¿Donde queda la originalidad del cine independiente?
Es un cine con pocos medios, sin efectos especiales, con continuos movimientos de cámara, fotografía desenfocada y cortes en el montaje que recuerdan aquel famoso movimiento Dogma que se sacó de la manga Lars von Trier . Pero al menos contaba historias diferentes, o eso parecía.
Las últimas películas independientes que he visto, tratan todas de un mismos tema: los problemas de pareja.
Blue Valentine nos cuenta, en paralelo, la ruptura y el comienzo de una de estas relaciones de pareja de clase media baja (el presupuesto no da para más) compuesta por dos actores de la talla de Ryan Gosling y Michelle Williams. Si visteis a esta última en That the Waltz, os podéis hacer una idea de este nuevo personaje con bastantes puntos en común. Tanto es así que se podría pensar que estamos ante el mismo personaje, y en ocasiones,ante la misma película. La misma trama, el mismo color, el mismo ritmo, los mismos movimiento de cámara, y los mismos desnudos
¿Donde queda la originalidad del cine independiente?
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