jueves, 3 de abril de 2014

CUCÚ (BREAKING BAD)

Breaking  Bad es una serie que en su día descarté. Nunca me ha gustado el tema de las drogas y todo lo relacionado con ellas.Pero tanto oir hablar de ella, me picó la curiosidad.

Voy por la segunda temporada y aún no he llegado a identificarme. Walter White, su protagonista, me cae mal desde el principio. Se escuda en su enfermedad para comportarse de forma egoísta, incluso brutal. Es mentiroso, manipulador y, si te lo cruzaras por la calle no te daría impresión de ser una persona de fiar.

Mas interesante me parece el personaje de Jake, ese camello del tres al cuatro que se convierte en su mano derecha. Aunque parece torpe, cobarde y sea un delincuente probado,  ha demostrado en más de una ocasión tener más corazón que el supuesto padre y esposo ideal que es Walter.

Ya en una ocasión, cargó con las culpas de su hermano pequeño que fumaba porros a escondidas, y fue él el que le amenazó si no lo dejaba.

Pero es en el sexto capítulo de la segunda temporada, donde Jake, que ha sido encargado por Walter para recuperar un dinero robado, se convierte en el ángel guardián de un pequeño niño hijo de un matrimonio de yonquis pasados de rosca. Al encontrárselo solo en la casa, sucio, desharrapado y hambriento, mientras sus impresentables padres se dedicaban a robar un cajero automático. Una llamada anónima a Emergencias después de un desagradable encuentro con los padres de la criatura, vale más que todos los manejos y chanchullos de su colega Walter.

y ahora díganme ¿Quien merece ser el prota de la serie?



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