domingo, 27 de abril de 2014

GOLPE DE EFECTO

A estas alturas Clint Eastwood se ha ganado el derecho de hacer lo que le apetezca. Aunque se trate de una película tan previsible y facilona como esta. Solamente por verle actuar vale la pena tragarse otra comedia romántica disfrazada de película deportiva.

Sin complicar las cosas, como en Moneyball, de la cual es un reflejo desde el otro punto de vista. muestra como la experiencia y el trabajo bien hecho vale más que las nuevas tecnologías (también es verdad que debe ser más fácil enfrentarse a Matthew "Shaggy" Lillard que a Brad Pitt).

Con un toque de cine clásico marca de la casa, es una obra menor en la carrera de Clint, de la cual sabe salir airoso con la inestimable ayuda de Amy Adams y John Goodman.

Segundo film sobre el beisbol y la vejez (el otro es Abuelos al Poder) que he visto en una semana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario