EL GRAN GATSBY

Entre fiestas, lujo, champan, fuegos artificiales y Leonardo di Caprio, asistimos a una representación donde el oropel envuelve una gran historia de amor.

Jay Gatsby se convierte, en manos de di Caprio, en un personaje entre Charles Foster Kane y Howard Hugges. Una especie de mago de Oz oculto tras la cortina.

No sabemos quien está más enamorado de él. Si Daisy Buchanan, su amor eterno y el motor por el cual ha logrado todo lo que tiene y todo lo que es. O Nick Carraway, el fan número 1 de este embaucador de primera.

Porque eso es lo que descubrimos según avanza la historia. Jay Gatsby, no es el Mago de Oz, simplemente es la cortina. Pero una cortina de terciopelo, rica y fastuosa.

Desde el primer momento, la figura de Leonardo di Caprio se apodera del personaje, aunque su primera aparición, de espaldas contemplando a la bahía, seas un claro homenaje a Robert Reford y a su versión de hace 40 años.

Solamente Joel Edgerton como Tom Buchanan Le roba algo de protagonismo en el tramo final de la película. Mientras Carey Mulligan como la frágil y bipolar Daisy y Tobey McGuire, como el admirador pasmado se limitan a cumplir su papel.

Quizá chirríe un poco el manierismo de Baz Lurhman, ya demostrado en Moulin Rouge Con sus excesos visuales, movimientos de cámara y música anacrónica, aunque se agradece que, entre tanto rap, se peudan escuchar algunos compases de Rapshody in Blue de Gershwing, himno indiscutible del Nueva York de los felices años 20, y que no me ha abandonado desde que leí Manhattan Transfer.

UN PAR DE ZAPATOS DEL 32

¿Que hace Ray Milland en este thriller de serie B a la española? Desde luego no repetir el éxito de Hitchcock

Por mucho que ponga la misma cara de misterio, por mucho que sufra por esconder las pruebas. Estos zapatos no producen tanto efecto como aquella famosa llave debajo de la alfombra.

Aún así todavía se puede comprobar que estamos ante uno de los grandes, eso sí, en sus horas bajas.

Y volvería a intentar más tarde otro crimen perfecto. Pero esta vez tampoco lo conseguiría por culpa del famoso poli de la gabardina, el teniente Colombo.

Está visto que no escarmentaba.

UN LUGAR DONDE REFUGIARSE

Las películas basadas en las novelas de Nicholas Spacks han creado, por si solas, un nuevo género. Desde la primera de la serie, Mensaje en una Botella, pasando por el gran éxito de El Diario de Noah, ya han sido bastantes las parejas que se han enamorado en la pantalla.

En general, son historias que se ven con agrado por unos espectadores a los que les gusta emocionarse y hasta llorar de vez en cuando. Son historias sin más complicaciones que las p´ropias de un género, el romántico, que, en otros tiempos, dio a la historia del cine grandes obras, y que, actualmente sirve para enfrentar a las parejas a la hora de ir al cine: Ella quiere ver una de Nicholas Spacks, él una de Jason Stharhan. Son dos tipos de cine que nunca conseguirán premios en festivales, pero que cumplen de sobra su cometido de entretener.

ANNA KARENINA de JOE WRIGHT

Todas las buena películas se parecen, pero las malas, son malas por diferentes motivos.

Son unas cuantas las veces que esta gran obra de la literatura universal se ha llevado a la pantalla con más o menos fortuna.

Esta adaptación de Joe Wright, ha prescindido de la historia para mostrarnos un ejercicio de virtuosismo vacío, que pierde toda la emoción y pasión de la obra original, para convertirlo en una sucesión de cuadros vivientes, aquel pasatiempo que se practicaba en los salones de la alta sociedad, y que consistía en representar cuadros famosos y adivinarlos.

La acción, por tanto, se desarrolla en una especie de escenario o teatro, de forma fría y mecánica, con unos personajes planos, que parecen ninots de cartón piedra que no muestran sus emociones. El fondo está supérditado a la forma de tal modo, que se pierde el interés y te dan ganas de dejar de verla para así poder coger el libro y disfrutarlo.

TIERRA PROMETIDA

Estados Unidos. Ese paraíso del capitalismo y el todo por la pasta, de ejecutivos sin alma que se saben con derecho a todo, el país de los selfmade men, del liberalismo a lo Milton Friedman, ha tenido siempre un Pepito Grillo que le recuerda que es también el guardián de los derechos de los desfavorecidos. Y eso es Hollywood.

desde las amables comedias de Frank Capra o esa gran película de John Ford que era Las Uvas de la Ira, el cine norteamericano nos ha enseñado una cara más comprometida de su país. Donde los poderosos no siempre ganaban. Directores y actores como Charles Chaplin, Sidney Pollack, Sidney Lumet, Robert Reford. Película como Erin Brokovich con Julia Roberts o Acción Judicial con John Travolta siguen esta linea bien intencionada.

Precisamente Tierra Prometida recuerda mucho a una pequeña película en la que Robert Reford nos contaba una fábula anti especulativa: Un Pueblo llamado Milagro. poniendo al día el mismo problema. Un empleado de una compañia de gas llega a un pueblo para comprar terrenos para la explotación, y por diferentes motivos, poco a poco va cambiando de bando.

Siguiendo ese espíritu capriano contraria a los Gordon Guecko y demás lobos de Wall Street, estamos ante una agradable película ideal para una tarde de domingo

LA CABAÑA EN EL BOSQUE

Cinco adolescentes pasan el fin de semana en una cabaña en mitad del bosque.

Hasta aquí, parece que nos encontramos ante una más de tantas cintas de terror juvenil. Y así sería si no fuera por los otros espectadores de sus aventuras. Como si de un reality se tratara, todo está preparado para que estos chicos caigan en una trampa.

Lo que durante gran parte de la película le da un aire de parodia del género que lo hace diferente, dándole otra vuelta de tuerca, acaba en una hecatombe sangrienta sin sentido, con un final tan absurdo que estropea el conjunto.

SINISTER

Se que soy un pesado pero ¿Donde están Boris Karlof, Bela Lugosi, Lon Chaney, Chistopher Lee, etc?

El terror de ahora, o trata del grupo de adolescentes masacrados, o de fantasmas sin gracia. Si al menos hicieran sonar las cadenas como los de antes. Pero estos fantasmas modernos, solo se dedican a mover las cosas de su sitio y jugar al escondite con el personal.

¡Que se vayan hacia la luz de una vez, y nos dejen en paz!

CORIOLANUS

En la historia del cine Shakespeare tiene un puesto de honor. Son múltiples versiones de sus obras las que se han realizado. Tanto versiones fieles al texto, como adaptaciones modernizadas. Laurence Olivier, Orson Welles y, más recientemente Kenneth Branagh,, son los cineastas que más se han acercado a la obra del Gran Bardo

Entre todas esas adaptaciones existen excelentes películas como. el Julio Cesar de Joseph Mankiewich, o Ran de Akira Kurosawa, y bodrios colosales, como Romeo y Julieta de Braz Luhman.

El principal error de esta última fue fundir el texto original con una época actual. Aunque, este mezcla le salió bastante bien a Ian McKellen con Ricardo III, o dar lugar a curiosidades como la versión musical de Trabajos de Amor Perdidos de Kenneth Branagh, lo normal es que el resultado sea bastante extraño al querer coordinar vista y oído.

Esto mismo ocurre en Coriolanus, primera película como director de Ralph (lord Voldemor) Fiennes, que convierte la guerra de Roma contra los Vosgos, en una escaramuza de la guerra de los Balcanes, y al senado romano, en un parlamento moderno. Todo esto, solo en imagen, ya que el diálogo sigue aludiendo a senadores, cónsules, y demás términos antiguos.

Además, parece que se trata de una versión reducida, pues no se explican claramente algunos de los actos del protagonista. Lo que hace pensar en que faltan escenas que llenarían ciertas lagunas.

15 AÑOS Y UN DIA

¿Cuantas veces hemos visto esta historia?
Adolescente rebelde, madre sufridora, abuelo severo que se ablanda. Desde los tiempos de Heidi, nos están contando el mismo cuento con diferentes variantes.

Al menos aquí contamos con un reparto que dota a sus personajes de cierta credibilidad, consiguiendo conectar con el espectador.

Lo mejor: Maribel Verdú y Tito Valverde

Lo peor: Todo lo demás.

LE MAGASIN DES SUICIDES

En esta época de crisis y malas noticias, cuando la gente no encuentra esperanza, Patrice Leconte recuerda el refrán: A mal tiempo buena cara.

Para ello, nos presenta a la familia Tuvache y su negocio de productos para suicidarse. Unos personajes que recuerdan a la familia Adams, y que realizan una labor social en una ciudad gris e invadida por el desánimo. Tiene que ser un nuevo miembro de esta misma familia el que traiga el optimismo de vuelta.

Todo esto es mostrado en forma de musical en una nueva muestra de la buena salud de la animación francesa.

DIAMOND FLASH

De un tiempo a esta parte, me estoy encontrando con películas de esas que llaman "de culto". Son películas de guión incomprensible, con finales que te dejan con la sensación de que faltan las últimas páginas, tras A Field in England, Turistas, y Mi Loco Erasmus (mención aparte merece Gente en Sitios), me topo con una historia de mujeres y un peculiar superheroe.

Al principio tiene algo de interés, pero poco a poco, la falta de motivación en la acciones: ¿Porqué el secuestro? ¿Quien es la loca de las gafas?, hace que vaya perdiendo el interés.

spoiler:

El final recuerda al ramito de violetas de Cecilia.

TURISTAS

Si hay que matar se mata, pero matar pa na, es tontería.

Esto es lo que podríamos decir a esta extraña pareja que recorren la campiña inglesa haciendo gala de su nihilismo criminal y de su sosería supina.

Todos los asesinos en serie son unos inadaptados y están tocados del ala (no hay más que seguir la serie Mentes Criminales para verlo) Pero todos tienen un motivo y un modus operandi, peros estos dos, que parecen cazurros de pueblo, utilizan la fuerza bruta y la sinrazón en una sucesión de escenas que parecen sacadas de Jackass.

Que películas como esta vayan ganando premios en festivales da mucho que pensar sobre el futuro del cine

MI LOCO ERASMUS

Hasta que no he entrado en Filmaffinity para ver otras opiniones sobre esta (llamémosla) película, no he acabado de comprender que todo lo que me estaban contando era falso.

Ya me estaba pareciendo extraño tanto interés por un proyecto abocado al fracaso desde el principio. Un documental sobre los estudiantes extranjeros del Erasmus en Barcelona se convierte poco a poco en las elucubraciones de un friki al que nadie entiende.¿Estamos ante un loco o ante un genio?

Si no se trata de un documental, la otra opción es la comedia. Pero en ese género también falla, pues está todo tan desestructurado y fragmentado y con ritmo tan lento y monótono que no tiene ninguna gracia. Únicamente nos reímos un poco al ver la cara de pasmo que se le queda al amigo Miguel Noguera intentando comprender las extrañas explicaciones del "genio" Didac Alcaraz. Nos hace gracia sin darnos cuenta que es la misma cara que estamos poniendo nosotros mientras nos preguntamos ¿Pero, Qué nos están contando?

spoiler:

El personaje más sensato es la abuela de Didac, a la que le gustan las películas con final, Da igual que sea bueno o malo, pero con un final. Está claro que esta "película" no le va a gustar.

EL PRINCIPE

Esta serie se está vendiendo gracias a la historia de amor entre los personajes encarnados por Alex Gonzalez e Hiba Abouk. Son jóvenes y atractivos, y parece que existe más quimica entre ellos que entre Miguel Angel Silvestre y Paula Echevarría.

Pero lo que a mí me hizo fijarme en la serie, fue la presencia de Jose Coronado en otro de esos papeles de moral ambigua a los que nos tiene acostumbrados últimamente.

Es cierto que inspector Fran no llega a la altura de Santos Trinidad y otros que ha interpretado bajo la batuta de Enrique Urbizu, como el asesino a sueldo de La Caja 507. pero sabe defender su papel con eficacia y credibilidad.

Su presencia, junto a una trama de terrorismo, corrupción policial y narcotrafico, que mantiene el interés, hacen perdonar los fallos de ambientación y cierto maniqueísmo, así como el inevitable romance que distrae de lo realmente interesante

VELVET

1958.Madrid dejaba atrás la posguerra, y se acercaba el plan de desarrollo. Poco a poco aparecía la clase media. Pero aún existían problemas. Mientras la clase pudiente se gastaban sus cuartos en trapitos, llegaban emigrantes de los pueblos para acabar viviendo en barrios marginales, como el Pozo.

Pero esa parte de la población no aparece en esta serie que sigue el patrón, no de Mad Men, como dicen algunos, sino de las películas de Rafael Gil, con Rafael Durán y Amparo Rivelles. Una España irreal, que en nada se parecía a la auténtica, donde los problemas sociales y políticos eran silenciados por la censura.

No se si es cierto que los empleados de unos grandes almacenes, tuvieran que vivir en ellos, como en un internado. Pero, hasta este único vestigio de discriminación social de la serie, suena a falso.

LAS SESIONES

Cuando me siento a ver una película, procuro hacerlo con la mente abierta. Recuerdo como el gran Alfonso Sanchez encontraba siempre algo bueno por muy mala que fuera una película. Así que, sin hacer caso a críticas y gustos ajenos, me trago casi todo.

Es difícil tratar el tema sexual sin caer en lo chabacano o en lo grosero. Igualmente, es casi imposible tratar la enfermedad sin caer en el drama y la sensiblería.

En esta película trata de sexo y de enfermedad. Sin embargo, no encontraréis en ella ni chabacanería, ni sensiblería. Más bien está llena de sentido del humor y emotividad. Yo creo que es muy superior a la sobrevalorada Intocable

Además de ofrecernos al siempre correcto William H. Marcy y la espléndida belleza madura de una Helen Hunt en plenas facultades.

Es una de esas películas que te da más de lo que te esperas de ella. Lo que es de agradecer cuando lo normal es todo lo contrario.