En esta época de crisis y malas noticias, cuando la gente no encuentra esperanza, Patrice Leconte recuerda el refrán: A mal tiempo buena cara.
Para ello, nos presenta a la familia Tuvache y su negocio de productos para suicidarse. Unos personajes que recuerdan a la familia Adams, y que realizan una labor social en una ciudad gris e invadida por el desánimo. Tiene que ser un nuevo miembro de esta misma familia el que traiga el optimismo de vuelta.
Todo esto es mostrado en forma de musical en una nueva muestra de la buena salud de la animación francesa.
Para ello, nos presenta a la familia Tuvache y su negocio de productos para suicidarse. Unos personajes que recuerdan a la familia Adams, y que realizan una labor social en una ciudad gris e invadida por el desánimo. Tiene que ser un nuevo miembro de esta misma familia el que traiga el optimismo de vuelta.
Todo esto es mostrado en forma de musical en una nueva muestra de la buena salud de la animación francesa.
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