OCHO APELLIDOS VASCOS

La película más taquillera de la historia del cine español solo demuestra una cosa: la gente quiere reir. Estamos hartos de esta interminable crisis, y aparte de manifestaciones y protestas que nadie escucha, solo nos queda el humor.
Ese humor que siempre nos ha acompañado en los tiempos más difíciles, ese que hace que internet se llene de chistes y vídeos burlándose del peinado de Ana Botella o del frenillo de Rajoy. Es una vía de escape que viene de una gran herencia. De Cervantes y Quevedo, de Jardiel Poncela y Muñoz Seca, de Arniches y Mihura, de Tono y Gila. Pero también de Arevalo y Marianico el Corto, de Martes y Trece y Cruz y Raya, Del dúo sacapuntas y Los Morancos. El humor más inteligente y el más chabacano, los chistes de andaluces, vascos, gallegos o catalanes hasta llegar a la moda de los monologuistas.
Precisamente, uno de los mas populares de estos últimos, Dani Rovira, ha sido el encargado de tomar el testigo al inefable Torrente para seguir contándonos los mismos chistes de siempre y pensemos que es algo nuevo.

Pero vamos a la crítica. Me ha parecido una película simpática, entretenida, divertida solo a ratos, previsible en la trama romántica y soportable gracias a su elenco: Por orden de eficácia: el aitá vasco-vasco Karra Elejalde, el vasco sevillano Dani Rovira, El cura Aitor Mazo, la madre postiza Carmen Machí, los herederos de los Morancos Alfonso Sanchez y Alberto Lopez, y, en último lugar, la chica Clara Lago.
No es un petardo, pero tampoco es para tirar cohetes