Una lucha entre familias de la yakuza (mafia japonesa) da lugar a un baño de sangre, donde las muertes se suceden sin descanso y, lo que es peor, sin explicación lógica, en un todos contra todos a ver quien el último en esta competición.
Presidiéndolo todo está Takeshi Kitano como en tiempos del Humor Amarillo, donde también había porrazos y caídas a tutiplén
Aquí no se salva ni el apuntador, decían cuando en una obra de teatro se producían muchas muertes: Hamlet, Macbeth, Ricardo III, la Venganza de don Mendo y Outrage en orden decreciente de calidad pertenecen a este género de muertes violentas, caras, lenguas y dedos cortados, y alguna que otra colleja.
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