Sosa, aburrida, soporífera.
Como el cine independiente siga produciendo falsos documentales y
dialogos artificiosamente naturales como los de esta película, el
próximo Sundance se va a llenar de ronquidos en la sala.
Dicen que el aburrimiento acaba con las relaciones de pareja. Después de ver esta película, estoy completamente de acuerdo.
Y otra cosa ¿porqué siempre contratan cámaras con Parkinson?
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