Se acaba otro año. Pero no ha sido un año como los otros. No se ha acabado el mundo como anuciaban los mayas, pero para muchos si que se ha acabado su mundo particular. Ese en el que nos sentíamos seguros dentro de nuestra rutina, con un trabajo donde acudir todos los días. Donde podíamos vivir sin ahogos y llevar una vida tranquila. Donde la única mala noticia que leíamos es que había perdido nuestro equipo.
Ha sido el año en que surgió una nueva dictadura, mucho más terrible que el nazismo o el stalinismo, porque viene disfrazada de Armani. Es la dictadura neoliberal, la que nos recorta el dinero, el trabajo y, lo que es más importante, los derechos fundamentales como la sanidad, la cultura y la educación. Ni siquiera nos quieren dejar el derecho al pataleo.
Se incumplen promesas electorales con la excusa de que no se puede hacer otra cosa. Mientras que los que siempre han estado arriba siguen viviendo como siempre.
Por eso, para este año que viene 2013 solo tengo un deseo. ¡¡A LA REVOLUCION!!
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