martes, 7 de mayo de 2013

TENEMOS QUE HABLAR DE KEVIN

Escenas sueltas, inconexas, como las piezas de un puzzle. Poco a poco el puzzle nos va presentando una imagen. Una imagen poco agradable.

Se trata de la relación de un niño inadaptado (y bastante cabroncete) y su sufridora madre (Tilda Swinton, presente en casi todas las piezas) desde el nacimiento hasta su 16 cumpleaños, momento en que ocurre el tema central del puzzle, alrededor del cual se ha ido construyendo.

Otra forma de explicar la  gran avalancha de la violencia entre los adolescentes americanos, tan de actualidad.

Y como en todos los puzzles, al final siempre falta una pieza, aquella en la que se explica el porqué de todo esto.

P. D. Es curioso ver aparecer en una película americana una referéncia a la Tomatina de Buñol.

    

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