miércoles, 11 de diciembre de 2013

LOS LIMONEROS

Los intereses políticos siempre están por encima del ciudadano. Eso es así, en Palestina, en España y en cualquier parte del mundo.

La creación artística, ya sea literaria, cinematográfica o de cualquier otro tipo, sirve, entre otras, cosas, en dar a conocer este tipo de injustícias.

Viendo películas como Los Limoneros, es imposible no tomar partido por la parte más deprotegida, a no ser que uno sea un fanático del poder y vea en la autoridad la verdad suprema, para la cual todo desmán está permitido.

Ver como la protagonista se empeña en una lucha que, desde un principio, se sabe perdida, solo se ve compensada por la soledad final del poderoso, prisionero de ese mismo poder y de ese egoismo de todos los políticos actuálmente vivos (11/12/2013).

Al menos tenemos el cine para contarnos la verdad que no nos cuentan los telediarios.
 
 

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