Cuando veo una película, sea buena o mala, lo mínimo que pido es que me entretenga.
Las películas de superhéroes no son obras maestras, pero te entretienen. Al menos las de la MARVEL y las dos primeras de Iron Man. Tenían un protagonista carismático, una historia convincente dentro de lo fantástico y el argumento se seguía con facilidad.
Quizá fuera porque me había cambiado las gafas y estaba un poco mareado, pero con la tercera, no me enteré de nada. El argumento era absurdo, los chistes sin gracia y las escenas de acción, nada espectacular. Además, Iron Man demuestra ser un héroe de quita y pon. Da igual que todo el mundo sepa que Iron Man es Tony Stark, con ese armatoste, cualquiera puede ser héroe ( que se lo digan a Don Cheadle) o ni siquiera necesita alguien dentro.
Las películas de superhéroes no son obras maestras, pero te entretienen. Al menos las de la MARVEL y las dos primeras de Iron Man. Tenían un protagonista carismático, una historia convincente dentro de lo fantástico y el argumento se seguía con facilidad.
Quizá fuera porque me había cambiado las gafas y estaba un poco mareado, pero con la tercera, no me enteré de nada. El argumento era absurdo, los chistes sin gracia y las escenas de acción, nada espectacular. Además, Iron Man demuestra ser un héroe de quita y pon. Da igual que todo el mundo sepa que Iron Man es Tony Stark, con ese armatoste, cualquiera puede ser héroe ( que se lo digan a Don Cheadle) o ni siquiera necesita alguien dentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario