jueves, 2 de enero de 2014

En principio una película sobre el referéndum chileno para acabar con la dictadura de Pinochet, podría ser interesante. La campaña, los debates internos, la memoria de lo ocurrido, todo ello se pone al único servicio de contarnos como se realiza una campaña política como si fuera un producto comercial cualquiera.

¿De verdad ganó el no a esos anuncios que buscaban ser atractivos y originales? ¿O fué por algo más?

Un mensaje algo simplista que además carece del ritmo que, precisamente se pretende en la dichosa campaña.

Unos actores tristes y desganados, que no transmiten la euforia y fuerza que dicen sentir. El diálogo va por un lado y las imágenes y actitudes de los personajes indican lo contrario.

Hubieran hecho falta Sidney Pollack y Robert Reford para insuflar a esta historia el brio de Todos los Hombres del Presidente o Los Tres días del Condor, Costa Gravas y la emoción de Missing, o por lo menos, John Hamm para hacer más llevadero todo el proceso creativo.

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