jueves, 30 de enero de 2014

WOLF CHILDREN

La diferencia fundamental del anime japones frente a la animación occidental, es el tempo.

Esa parsimonia que los japoneses ponen a todo lo que hacen, tanto en su literatura, cine de imagen real y animación. Todo pasa con mucha lentitud, todo es muy triste, muy profundo, los sentimientos están a flor de piel. Su gusto por la tragedia y la intensidad, llega a agobiar, y no deja disfrutar de las historias.

Encima tienes que estar pendiente de alegorías, metáforas y moralejas. En este caso consiste en que cada uno debe seguir su propio camino, por muchos obstáculos que se presenten.

Dos hermanos, mitad humanos y mitad lobos, cada uno de ellos elige seguir un camino distinto, él animal, ella humana. en el camino encuentran dificultades. Pero muy despacito y con buena letra, se llega al final.

No se si lo he dicho alguna vez, pero lo vuelvo a repetir: Los japoneses parece que no tienen sangre en el cuerpo.

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