Acción, conspiraciones de la CIA, fotografía quemada y, por supuesto, Denzel Washinton.
Existen actores que con solo su presencia logran salvar cualquier película por muy inverosimil sea su argumento. Denzel Washinton es uno de ellos. Si logró que aguantara hasta el final un disparate pseudoreligioso como El Libro de Eli, es que puede con todo. Y más si ese todo es una película de espías de toda la vida. No es Ipcress, tampoco la Casa Rusia y mucho menos Los Siete Días del Condor, películas, todas ellas modélicas en su género. Pero tiene ese ritmo trepidante de las buenas películas de accion, aunque, en algunos momentos, tanto fuego artificial no permita contemplar las estrellas y haga algo confusa la historia. Pero eso tambien es típico del cine de espías, donde nunca acabas de saber del todo quienes son los buenos y quienes los malos
P.D. La CIA, según la película, unas veces es la buena que salva de los terroristas, y otras, la mala, que conspira y asesina por intereses de estado no demasiado claros ¿con cual nos quedamos?
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