lunes, 18 de marzo de 2013

TODOS NOS LLAMAMOS ALI

El amor no conoce de edades, ni de razas, ni de prejuicios. El amor tiene que luchar contra las ideas preconcebidas, las costumbres, el racismo. Pero no se debe convertir en una prisión, no puede excluir a los amigos.

Todo esto lo refleja Fassbinder en esta sencilla película casi teatral, realizada practicamente en interiores: Un bar, un apartamento y una escalera bastan para narrar el amor de Emma y Ali, una mujer de cierta edad y un emigrante marroquí en una Alemania que aún en los 70 guarda los prejuicios de su pasado nazi.


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