lunes, 9 de septiembre de 2013

RED STATE

Kevin Smith abandona la comédia para mostrarnos un enfrentamiento entre e fanatismo religioso y el fanatismo político. Enfrenamiento que, como siempre, tiene sus victimas colaterales.

Excesivamente violenta, pronto se olvida de defender su tesis contra el fanatismo para regodearse en él, convertirse en un simple gore sangriento más.

Lo mejor: John Goodman.

Lo peor: que no sale Bob el silencioso.

     

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