lunes, 27 de agosto de 2012

OTROS ESPECTÁCULOS

El cine y la literatura son mis principales aficiones, en general todo lo que tenga que ver con la ficción, aquí también entra el teatro. He asistido pocas veces a alguna función y casi nunca me han defraudado, incluso en las dos últimas ocasiones en que he asistido a dos obras completamente distintas: un gran musical como Los Miserables, y un monologo literario sobre los villanos de Shakespeare.

No me gusta el deporte, pero me gusta ver las inauguraciones de los juegos olimpicos que, desde Barcelona són más espectaculares, sobre todo los últimos realizados por famosos directores: por ejemplo el de China realizado por Zhang Yimou fué espectácular, después al ver su película La Maldición de la Flor Dorada descubrí que se había copiado a sí mismo. 

En cuanto a la música, me gusta pero siempre en un segundo plano. Me gustan los grandes musicales clásicos de Hollywood, las películas de Gene Kelly y Fred Astaire, mis favoritas son: Cantando bajo la lluvia y The Band Wagon (titulada en españa como melodías de Broadway 1955) de Vicente Minelli, después vinieron versiones de exitos de Broadway llevados al cine: recuerdo películas como Magnolia, Siete novias para siete Hermanos, Kismet, Al sur del Pacifico, La leyenda de la ciudad sin nombre y las más recientes Chicago, el Fantasma de la ópera y Sweeny Tood, espero ver la versión de Los Miserables para compararla con la versión teatral.

Aparte de estos musicales, también me gusta la zarzuela, quizá porque cantan en español y las entiendo, aunque me cuesta un poco seguir a las sopranos, por el timbre de la voz. Por eso mismo nunca me he atrevido con la ópera, aunque he escuchado, como casi todo el mundo el disco de los tres tenores, y asistí a un recital de José Carreras, la única ópera completa que he visto ha  sido la versió en cine que hizo Zeffilleri de Carmen de Bizet con Placido Domingo y Julia Migenes y porque estaba subtitulada. Me acabo de acordar de que también vi el Rapto del Serrallo de Mozart. Intenté ver el Quijote de Halffter, pero la música dodecafónica todavia se me resiste.

Por último el Ballet, siempre me pareció algo aburrido, la música me gusta pero la coreografia, despues de ver los números de los grandes musicales siempre me pareció algo sosa y almibarada. Las películas de Ballet salvo Las Zapatillas Rojas de Powell y Presburger por su colorido y el fragmento de invitación a la danza donde Gene Kelly bailaba con dos guerreros moros de dibujos animados, no han sido mis favoritas. La famosa Billy Elliot no me fascinó como al parecer le ocurrió a medio mundo, y la oscarizada Cisne negro, o como yo la he rebautizado: El Cisne Chalado, me pareció una esquizofrénica pedantería. Por eso, cuando anuciaron El Lago de Los Cisnes de Mathew Bourne en televisión no hice mucho caso, otra vez lo mismo, me dije. Luego ví un avance con unas escenas distintas a lo habitual, nada de tutus, la historia parecía transcurrir en otra época distinta a la original, y me llamó la atención, pero fué en un zapping después de ver una típica comedia romántica cuando ví que estaban los títulos con la presentación de los personajes y empezó el primer acto con bastante animación y tambien, primera sorpresa, con bastante humor. Con una escena situada en un teatro donde se parodiaba la obra original, seguido de una escena en un cabaret, para entonces ya me preguntaba cómo serían los cisnes, y cual no sería mi sorpresa que en vez de aparecer las típicas bailarinas con tutú aparecieron unos bailarines con pantalones de plumas, y hasta aquí puedo escribir. Solo decir que pude disfrutar de un gran espectáculo que por prejuicios injustificados me habría perdido. Nonca te acostarás sin descubrir algo nuevo.

 

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