Uno de tantos tópicos que nos llegaron sobre la cultura popular de los Estados Unidos, gracias a las películas y series, es el que se refiere a las clásicas enemistades entre famílias en la América profunda. Los famosos paletos de la montaña con sus escopetas y sus ropas mugrientas, que se dedicaban a fabricar aguardiente clandestino con sus alambiques en sus viejas cabañas de madera mientras se liaban a tiros con sus vecinos. Alguna vez Mary Joe Mcadams, con sus coletas rubias y su minishort raido, se enamoraba de Boby Joe O'Hara, con sus vaqueros de peto y su sombrero de paja, surgiendo así el drama a lo Montesco y Capuleto.
Personajes populares como, Los Osos Montañeses, el Alambique veloz de los Autos Locos, Buddy Ebsen en Los Nuevos Ricos o incluso el personaje de los Simpson, Cleto son modelos de este tipo de americano ubicado en la clase denominada pobre blanca. En la actualidad han cambiado la cabaña de madera por una autocaravana desvencijada, pero para el caso es lo mismo.
Parece ser, que este prototipo nació de una historia real que alcanzó notoriedad y hasta llegó a figurar en los libros de historia. La historia de los Hatfields y los McCoy que ahora ha sido llevada a la televisión por el tandem Costner - Reynolds, que tantas buenas historias nos contaron en el pasado, tiene todos los tópicos : rivalidad familiar, lindes de terrenos, familias supernumerosas con parientes de segundo, tercer y hasta cuarto grado y, como no, sus Romeo y Julieta particulares.
Ambientada en el estado de Virginia, en la postguerra de secesión, los antiguos compañeros de armas se enemistan por el asesinato del hermano de uno de ellos a mano del tio violento y fanático del otro, dando lugar al legendario enfrentamiento.
Con un reparto de estrellas en su madurez: Kevin Costner como Ephrain Hatfield, Bill Paxton como William McCoy, Tom Berenger como el detonante del conflicto y un siempre eficaz Powers Boothe como el juez Hatfield, que aún perteneciendo a una de las familias implicadas, intenta ser justo con todos, aunque no siempre lo consiga. Con todos estos mimbres se fabrica un Western correcto y caracteristico que se suma a los ultimos intentos de revitalizar el genero: Deadwood, Copper o El Tren del Infierno (serie de la que solo han emitido 4 capítulos)
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