viernes, 2 de noviembre de 2012

LA HISTORIA EN IMÁGENES

Están de moda las series históricas, empezando por Roma y siguiendo con Los Tudor o las dos dedicadas a los Borgia, sin olvidar la historia reciente de los Kennedy. Todas ellas han sido bien recibidas por el público, igual que las adaptaciones de las novelas de Ken Follet Los Pilares de la Tierra y Un Mundo Sin Fín.

De todas ellas, quizá sean las dos primeras las que más éxito hayan tenido, por su rigor histórico. Pues el principal fallo de estas series es que a veces se olvidan de los hechos e inventan acontecimientos y personajes.

Esto se ve perfectamente en los intentos de series históricas realizadas en España. Tanto en Hispania y su secuela Imperium, como en Toledo han primado más los argumentos melodramáticos y el thriler que la historia real. Se han incluido actos y personajes ficticios que desvirtuan la historia haciendola irreconocible.

Sin enbargo, si hay que salvar alguna, esta sería Isabel. A pesar de algunas licencias a la ficcion, es la que más se acerca a la verdad. Todos sus presonajes son históricamente reconocibles, y son interpretados por unos actores creibles. Aparte de Isabel y Fernando, vemos desfilar a Enrique IV el Impotente y apocado rey, Beltrán de la Cueva, su hombre de confianza y presunto padre de la princesa Juana, Iñigo Lopez de Mendoza, Marques de Santillana, el de la vaquera de la Finojosa, Gonzalo Fernandez de Cordoba, futuro Gran Capitán, aquí enamorado platónicamente de Isabel, y sobre todo, los intrigantes arzobispo Carrillo y Pacheco, marques de Villena, autentico villlano de la serie.

Se demuestra  que aquí también se pueden hacer buenas series históricas. Y hay un buen filón para hacerlas sin echar mano a bancos naranjas ni a muñecos de choque.

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