lunes, 5 de noviembre de 2012

OTRAS EPOCAS

Hay pocas películas que me hayan llamado la atención en estos últimos días. Quiza solo dos o tres que merezcan la pena destacar. Y precisamente son aquellas que se alejan más del tiempo actual, contando historias de épocas ya pasadas.

Y es que la actualidad y el cine que la retrata está perdiendo el glamour de las viejas películas. Aquel que se empezó a perder a partir de los 70, con sus pantalones campana y las pelucas a lo afro. Las pocas buenas películas de aquella época eran precisamente las que echaban la vista atrás. Películas como El Golpe, El Gran Gastby o El Padrino, que volvian a los años 20 y 30.

El éxito de películas como The Artist y series como Mad Men o Broardwalk Empire no hacen más que demostrar que la nostalgia del cine clásico está de moda. Lejos de las insulsas comedias juveniles una igual a otra, y el aparatoso Dolby Sensurround de la acción por la acción queremos volver a ver y disfrutar de historias que nos emocionen y estén bien contadas. Y para eso no hay nada mejor que contar con buenos directores como Robert Redford o Steven Spielberg.

El primero, que ya volvió a los años 20 con "El Rio de la Vida" y a los 50 con "Quiz Show", nos traslada ahora a la guerra de secesión americana, y más concretamente al asesinato del presidente Lincoln y al posterior juicio a los implicados, sobre todo a la madre de uno de ellos que sirve de chivo expiatorio en un proceso donde se buscó más la venganza qu la justicia. La Conspiración es un drama judicial correcto donde Redford vuelve a demostrar su ideología liberal de otros trabajos tanto como director: Un lugar llamado Milagro, como actor: Todos los Hombres del Presidente, El Candidato o Brubaker.


Existen dos Steven Spielberg: El hombre espectáculo, aquel que nos proporciona historias para soñar y disfrutar, el de Tiburón, Indiana Jones, La guerra de los Mundos, Encuentros en la tercera fase o E. T. En estas dos películas asoma el otro Spielberg, el que nos hace pensar y emocionarnos con historias humanas alejadas de la fantasía habitual: Películas como El Color Purpura, La Lista de Schlinder, Libertad o Salvar al soldado Ryan. A este último grupo pertenece Caballo de Batalla, Película que, a traves de las vivencias de un caballo que pasa por diferentes amos, nos relata la primera guerra mundial. Aparte de la historia épica y emotiva marca Spielberg, es de destacar su excelente fotografía que resalta tanto el paisaje de la Inglaterra rural, como el campo de batalla, y especialmente el contraluz final visiblemente inspirado en "Lo que el viento se llevó".
 

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