De nuevo Kevin Bacon y su misterioso mundo interior en esta película,
más de suspense que de terror, que aunque no es una gran película, se ve
con interés y maneja el grado de misterio habilmente.
A veces muestra al protagonista como un paranoico, por lo que, en manos
de otro actor hubiera quedado algo exagerado. Pero precisamente, Kevin
Bacon es perfecto para estos papeles ambiguos, esos personajes que andan
en la cuerda floja entre el bien y el mal, entre la cordura y la
locura. ¿Hacia que lado se inclina esta vez? Mejor ved la película.
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