sábado, 3 de agosto de 2013

EL ULTIMO VOTO

Kevin Costner, ese actor que pudo haber sido y no fué, protagoniza esta película cuya premisa en principio parece interesante, pero se va disolviendo poco a poco entre dosis de empalagoso patriotismo americano.

Al igual que el señor Cayo de la novela de Miguel Delibes, Kevin Costner tiene en sus manos el destino de su país con su voto. Primer error: en el complicado mecanismo electoral americano, es imposible que un solo voto decida. Pero volvamos a la ficción: en un principio, es divertido ver como los dos candidatos ( ¿Por qué solo dos?) inician una guerra de promesas influidos por las ideas del único votante. Esta parte si demuestra la falsedad del mundo político lleno de hipocresia e intereses.
spoiler:
Pero toda esa critica desaparece en el discurso final antes del debate en el que los candidatos contestarán a las preguntas que Kevin ha recibido desde todos los rincones del país, debate que nos es obviado, al igual que el resultado final.

El mensaje, según los guionistas es que gana la democrácia, pero a este espectador se le ha quedado cara de tonto.

 

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