lunes, 22 de octubre de 2012
LOS SERIALES
El siglo XIX fué la época dorada de la novela en casi toda Europa. Donde Victor Hugo, Balzac, Zola, Dickens, Dostoyesky, Perez Gadós o Clarín solian publicar sus novelas por entregas en los periódicos de la época. Eran historias largas, con tramas complicadas, pero bien hivalnadas que hacía que el lector quisiera seguir las vicisitudes de ls personajes. Algunas de estas obras buscaban más el aplauso del público que el de los críticos, llenaban sus historias de personajes y situaciones enrevesados y contínuos golpes de efecto. Obras como El Conde de Montecristo de Dumas o El Judio Errante de Eugenio Sue (considerado el rey del género) dieron forma a lo que luego fue conocido como folletín.
El folletín, llamado así por venir publicado como separata (cuaderno o folleto) de los diarios, fueron un antecedente de las colecciones por fascículos que abarrotan los quioscos todos los años a partir de septiembre.De ahí viene el término folletinesco para referirse a algo enmarañado e irreal, o rocambolesco de Rocambole, uno de los personajes cuyas aventuras llenaban estas historias, otros eran Fantomas o el ladrón de guante blanco Arsenio Lupín
Con la invención de la radio, llegaron los seriales radiofónicos y las radionovelas, género muy popular en la España de la postguerra, gracias sobre todo a las obras de Guillermo Sautier Casaseca en RNE y la cadena SER. La más famosa fué Ama Rosa. Ya en los 70 llegaron Simplemente María o Lucecita, que tuvieron bastantes seguidores.
En la televisión española de entonces estaba el espacio Novela, que en cinco capítulos dirios de media hora desarrollaba la adaptación de obras famosas de la literatura universal, algunas de las cuales, con 20 capítulos consiguieron un gran éxito, fué el caso de El Conde de Montecristo. También se emitió la primer serie original Diego de Acevedo, protagonizada por Paco Valladares y ambientada en la guerra de la independencia.
Mientras tanto, en Estados Unidos, triunfaba Peyton Place, primer serial de éxito que aquí pudimmos ver años mas tarde en la primeriza Antena3. y se popularizaban las Soap Opera, llamadas así por ser patrocinadas por marcas de jabón, como Hospital General, que tuvieron su parodia con la serie Enredo. Aquí con el inicio de la televisión matinal, en los 80 llegaron series como Santa Barbara, Rituales, o la australiana Vecinos, así como los primeros culebrones llegados de sudamérica: Los Ricos tambien lloran, Cristal o Gabriela.
También de aquella época eran las series de amor y lujo como: Dallas, Dinastia y Falcon Crest o las menos exitosas Flamingo Road y Los Colby. Se pueden recordar también las británicas más prestigiosas Arriba y Abajo y Poldark.
En los 90, aparecieron las juveniles Sensación de Vivir y Melrose Place, que abandonan las grandes mansiones anteriores, pero sin abandonar una clase social acomodada. Con lo que entramos ya en este siglo, época dorada de las series de televisión, donde el serial típico va dirigido a un público más joven: The O. C, Saturday Night Fever, Gossip Gill, Everwood, Dawson Creek, etc. El género adulto está representado por series como Cinco Hermanos o Revenge. Y se buscan nuevas formulas como el serial criminal: Los Soprano, y la mezcla de misterio y comedia de Mujeres Desesperadas
Como se ve, poco ha cambiado el gusto por las historias laberínticas en estos 200 años,del folletin a las series de televisión.
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